Por cuestiones, voy a enviar a reparar el Sonos Era 300 que tengo en el despacho. Paso muchas horas aquí metido y paso muchas de esas horas con música de fondo; bastante solitario es trabajar desde casa como para encima tener que pasar el día en el más completo y absoluto de los silencios. El altavoz en sí no es que se haya averiado, pero pinta que hay un fallo de software con el que el soporte técnico es incapaz de dar y han decidido facilitarme un reemplazo, aprovechando que todavía está en garantía. La situación actual del software en Sonos es la que es (he escrito dos posts sobre el tema y no he entrado al fondo del tema, que no es mi labor).
La cosa es que en lo que hago el envío y obtengo el nuevo de vuelta no estoy dispuesto a estar en silencio. Y tengo por casa un par de Sonos Roam que he comprado en distintos momentos de mi vida pero que me encantan porque puedo enlazarlos en estéreo y colocarlos donde quiera. Y ahora mismo tengo uno a mi derecha y otro a mi izquierda, reproduciendo tranquilamente algo de Vetusta Morla por AirPlay desde mi ordenador. Y me estoy dando cuenta de que en realidad esto suena suficientemente bien como para usarlo a diario.
En muchos servicios de música en streaming1 hay cada vez más soporte para formatos de audio distintos a los clásicos dos canales. Dolby Atmos y todo eso. Y la verdad es que uno de los factores para elegir Apple Music y para elegir mi Sonos Era 300 fue precisamente que ambos se podían conectar. Y las diferencias de determinadas mezclas Atmos con sus contrapartidas estéreo son evidentes y, en mi opinión, para mejor.
Pero la gran mayoría de canciones tienen una mezcla estéreo decente y no vamos a notar mejoras de mezclas con más canales. En otros casos transmitimos usando Bluetooth u otros sistemas que no admiten nada mejor que estéreo y comprimido. Y, aparte, la inmensa mayoría de los humanos seguimos teniendo dos orejas y dos oídos; no hemos evolucionado para escuchar por más sitios.
Esto me hace pensar que en realidad la mejora más sencilla que puede hacer cualquier persona que escuche música en casa es poner dos altavoces, sean del tipo que sean. Dos altavoces de minicadena un poco alejados entre sí conectados a un amplificador mediocre dan un sonido suficientemente bueno para la mayoría. Mucho mejor que el que puede dar un único altavoz que tire música a su alrededor.
Asumo, además, que en el despacho no escucho música con mucha concentración en los matices ni en la interpretación. Tengo puesta cualquier radio de fondo o una lista de reproducción, y la música se escucha por debajo de una marabunta de tecleos de teclado mecánico o de tonos de notificación de los mensajes de chat que me llegan. No hace falta una calidad suprema en este caso, las cosas como son. Y aun así creo que suenan más que bien.
Mejorar de un canal a dos es más que evidente para cualquiera. Mejorar de dos a más ya no lo es tanto. En mi opinión.
Foto de Igor Omilaev en Unsplash
- Salvo Spotify porque se ve que prefieren pagar a algunos podcasters. ↩︎
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