Hace unos años me regalaron un lector de libros electrónicos. Concretamente tengo un Kobo Glo, un modelo ligeramente antiguo pero que sigue funcionando como el primer día. ¿Por qué elegí un Kobo? Porque de casualidad le compramos a mi padre un Kobo Mini hace unos años y estuvo muy satisfecho, y eso hizo que me decantara por este modelo para mí.
No os voy a hacer la review del aparato porque no es plan y porque ya lo hizo mi amigo Ángel hace unos años. Lo que os voy a contar es cómo lo ha tenido una segunda vida en mi casa, aparte de, ejem, adquiriendo algún eBook de vez en cuando: con eBiblio.
Resulta que por ser usuario de muchas de las bibliotecas públicas (¿o quizá todas?) tienes acceso a una plataforma en la que puedes tomar prestados ejemplares electrónicos (este concepto tiene telita, hay que reconocerlo, porque es como si copiar un fichero tuviera coste) de libros electrónicos, incluso lanzados muy recientemente. Yo de hecho me estoy leyendo ahora mismo el último libro de Sergio del Molino, «Lugares fuera de sitio».
También puedes descargar y leer revistas y periódicos. El préstamo en estos casos es bastante inferior, pero sigues pudiendo hacer uso de ello sin ningún coste extra (únicamente necesitas tener el carnet de la biblioteca de tu comunidad) Incluso hay películas, que se obtienen a través de un acuerdo con Filmin (lástima que estas, de momento, no puedan enviarse a un Chromecast ni nada así).
¿Necesitas un lector de libros electrónicos para usar este servicio? No. Puedes usar las aplicaciones para Android o para iOS, o cualquier ordenador. Incluso muchas bibliotecas disponen de préstamo de lectores de libros electrónicos. Incluso hay algún eBook que tiene Android incorporado y puedes tener lo mejor de los dos mundos: la app y la pantalla de tinta electrónica.
Ojo a un detalle extra: si tienes un Kindle no puedes utilizar este servicio. Esto es así porque los libros comprados o alquilados fuera de Amazon suelen estar en formato ePub con DRM de Adobe, y el Kindle no admite ninguna de estas dos cosas.
Cómo tomar prestados libros a través de eBiblio
Lo primero que necesitáis es el carnet de la biblioteca. Y esto me temo que en muchos casos es un proceso totalmente analógico, que requiere desplazarse físicamente a vuestra biblioteca más cercana. Eso sí, el carnet suelen darlo en el momento.
Una vez lo tengáis, necesitaréis algún tipo de acceso a eBiblio. Como cada comunidad puede funcionar a su puta bola de manera distinta a las demás, lo mejor es que, ya que pedís el carnet de la biblioteca, os informéis sobre el funcionamiento de vuestra biblioteca concreta. En el caso de la de Madrid tuve que:
- Ir al catálogo de las Bibliotecas de la Comunidad de Madrid.
- Acceder a mi área de usuario.
- Recordar mi contraseña (porque tenía creado un usuario pero no una contraseña).
A partir de entonces, con un usuario y una contraseña, ya pude empezar a iniciar sesión en eBiblio.
Cómo tomar prestado un libro
Para tomar prestado un libro, lo primero que hacemos es buscarlo. Tenéis un menú de categorías a la izquierda, un buscador en la parte superior y una portada con una serie de listas que, además, creo que son seleccionadas por personas humanas, lo cual está bastante bien.
Una vez lo encontréis hay dos posibilidades: que haya ejemplares disponibles y podáis tomar uno prestado en el mismo momento, o que no los haya y lo tengáis que reservar. En este último caso recibiréis un e-mail cuando la reserva esté disponible y tendréis un día para aceptar la reserva y tomar prestado el libro.
Descargar libros prestados
Una vez lo tengáis prestado tenéis también dos opciones: verlo en el navegador o descargarlo. Y aquí viene la gracia. Al descargarlo lo que obtendréis será un fichero .acsm. Este fichero es poco más que un enlace para que Adobe Digital Editions pueda descargarse el libro con su DRM asociado. Necesitaréis, por tanto, Adobe Digital Editions para transferir estos libros a vuestro lector de libros electrónicos.
Cuando abráis el fichero .acsm descargaréis el libro, sin más, y ya lo podréis copiar utilizando la misma aplicación y conectando el lector por un cable USB a vuestro ordenador. El proceso es muy 2009, como podéis ver.
En la sección de Mi Cuenta de eBiblio podéis ver todos vuestros préstamos activos y antiguos, reservas y demás. Os sirve para descargar también el libro de nuevo desde la app para móvil o tablet de eBiblio, por cierto; en este caso no necesitáis nada de Adobe para leer los contenidos.
Algunas cuestiones importantes que necesitáis saber en relación a estos préstamos:
- Se pueden devolver libros electrónicos. Tela con el concepto también. Al devolverlo otro usuario podrá tomarlo prestado.
- No se pueden renovar préstamos electrónicos. Y esto es importante porque además, cuando devolvéis un libro electrónico, no podéis volver a tomarlo prestado hasta pasadas 24 horas. Todavía no sé qué pasaría si lo tomara prestado de nuevo, lo volviera a descargar y lo volviera a transferir; algunos lectores a lo mejor mantienen el progreso, pero mi apuesta es que no. En la app móvil, además, cuando ocurre esto y tenéis el libro descargado previamente, no podéis volver a descargarlo (da error).
Algunas opiniones sobre el servicio
Para empezar, teniendo en cuenta que es un servicio que me resulta tan gratuito como las propias bibliotecas, me parece positivo que haya posibilidad de obtener libros electrónicos sin coste extra para el usuario, sobre todo pensando en la gente que no tiene acceso tan directo a bibliotecas con fondos actualizados. Además, este servicio permite dar acceso a otros contenidos como películas o audiolibros, lo cual también me parece maravilloso.
No obstante el proceso de tomar prestado un libro y pasarlo al eBook me parece extremadamente enrevesado, y hay muchos actores que podrían trabajar para mejorar la experiencia.
Por un lado los fabricantes podrían incorporar la posibilidad de descargar el libro asociado a un fichero .acsm directamente desde el navegador del dispositivo. De este modo te ahorras tener que pasar por un ordenador. Esto asumiendo que los lectores de ebooks no disponen de un SDK público para poder incorporar aplicaciones como si fuera una tablet.
Por otro lado me parece interesante que se ofrezca la posibilidad de renovar un préstamo. No entiendo la limitación de prohibirlo si no hay reservas asociadas a ese libro en concreto.
Y por último tengo cuestiones casi metafísicas relacionadas con el mero concepto de ejemplar electrónico. Un libro electrónico no pesa nada, no ocupa espacio. Esta limitación de que haya un número limitado de usuarios que tengan un número limitado de libros está sin duda asociada a las licencias y al copyright. Y no me parece, a priori, mal: al final los autores buscan vender libros, como es natural, y esto permite compatibilizarlo. Pero no deja de parecerme paradójico.
Un último comentario poco relacionado. Los libros prestados por plataformas de este tipo tienen DRM y esto es necesario para que un libro electrónico pueda prestarse. Pero si vais a comprar un libro electrónico, por favor, aseguraos de hacerlo en una tienda que los ofrezca sin DRM, y en formatos abiertos como ePub y que podáis descargar y almacenar vosotros mismos. Imaginad que los compráis en una tienda que requiere DRM y que esa tienda cierra; vosotros os quedaríais sin el libro. Y no queréis eso. Mirad esta guía para conocer muchos sitios donde obtener libros sin DRM, en muchos casos de libre acceso y gratuitos.
Imagen superior por ohtree.
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