Por cuestiones que no vienen del todo al caso, llevo unas semanas utilizando una única TV de 24 pulgadas. No tengo mucho problema con el tamaño ni con la calidad de imagen, pero sí tenía un problema con su calidad de audio: sus altavoces son pequeños y daban un sonido demasiado enlatado, demasiado plano.
Por eso en cuanto vi una oferta de una barra de sonido decente me lancé a por ella. En mi caso elegí una Sharp HT-SB110, que estaba de oferta a un precio inferior al que aparece ahora en Amazon. Y si bien es una barra de sonido 2.0, sin subwoofer, da un sonido con una dinámica y unos bajos bastante mejores que los que es capaz de reproducir mi TV con sus altavoces pequeños.
Eso sí. Mi TV cuenta con únicamente dos HDMI, y no estaba dispuesto a sacrificar uno de ellos para conectar la barra de sonido a través de un cable HDMI ARC. Preferí aprovechar la salida óptica, que no iba a aprovechar de otra manera, pero esto acarrea una molestia que todos los que tengan barra de sonido habrán sufrido alguna vez: obliga a utilizar el mando que trae para subir y bajar el volumen, inutilizando los botones del mando a distancia de la TV (o de otros mandos que puedas utilizar).
(Algunas barras de sonido son compatibles con algunos fabricantes de TV, generalmente cuando coinciden las marcas, de manera que sí es posible controlarlo todo con un mando, incluso a través de la salida óptica. En mi caso la TV es LG y la barra de sonido es Sharp, por lo que no tenía esa suerte)
En mi caso la solución para esto estaba al alcance de mi mano. Resulta que yo veo casi todo mi contenido a través de mi Apple TV vía streaming, y es posible configurar en tvOS para que los botones de subir y bajar el volumen del mando del Siri Remote utilicen un código que podamos grabar nosotros mismos. De esta manera grabamos el código utilizando el mando de la barra de sonido, y luego el mando es capaz de subir y bajar el volumen por su cuenta. Ideal.
También tengo un Chromecast con Google TV, cuyo mando también tiene controles de volumen, pero en este caso estoy limitado a la (gran) cantidad de códigos que admite el sistema, y qué casualidad que mi barra de sonido no era compatible.
No conviene perder el mando de la barra de sonido de vista, porque es el que se puede utilizar para cambiar la barra de sonido de entrada, para controlar otras entradas (por ejemplo si decides conectar el móvil a través de Bluetooth) y para ajustar el ecualizador de la barra de sonido.
Algunas barras de sonido optan por una solución todavía más bestia: incluir un mando universal muy compatible con la barra de sonido. Es el caso, por ejemplo, de algunos modelos no básicos de Bose, como la barra de sonido Bose Solo 5, Bose SoundTouch 300 o Bose Soundbar 700.
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