Me encanta el canal "Technology Connections"
02/08/2025
Consumo mucho YouTube. Mucho más de lo que me guste reconocer. De hecho puede que el dinero que gasto en YouTube Premium sea la suscripción más rentable de todas las que tengo, al menos en cuanto a horas puras de uso. Y si bien admito que YouTube en general está lleno de basura abyecta, también tengo que admitir que hay muchos canales que publican contenido interesante y que merece mucho la pena ver. Uno de ellos es Technology Connections.
Es un canal de YouTube en inglés en el que su creador habla sobre tecnología con la que conecta. Literalmente. Un vídeo puede estar dedicado al modo de palomitas de un microondas, otro a un formato de DVD desechable que por suerte no funcionó, o de pronto te saca una serie de cinco vídeos dedicados al CED, una especie de disco de vinilo para vídeo de la RCA. O habla, como en el caso del vídeo que tengo puesto de fondo ahora mismo, sobre máquinas de pinball y de cómo funcionan. Todos estos enlaces son a YouTube, aviso. Es cierto que tiene cierta fijación por tecnología antigua y no necesariamente digital. Esto está bien también. A veces lo meramente digital resulta aburrido (y a mí personalmente la tecnología actual no siempre termina de interesarme, por contradictorio que parezca).
Y no es que hable de la máquina de pinball, y enseñe simplemente lo chulas que son. No. Va a tomarse la molestia de abrirla, de mostrar cómo funcionan las rueditas de los números con detalle (de hecho va a desmontar una de las piezas y lo va a enseñar), va a explicar que el 0 de la puntuación es falso, va a mostrar el dispositivo que genera el sonido de las campanitas, va a mostrar cada pieza con detalle. Y no contento con eso, va a explicarlo todo con una pasión y un conocimiento tales que vas a acabar con ganas de seguir aprendiendo y de profundizar en el tema del que te ha hablado. Porque al final cuenta cómo van las cosas para que nosotros aprendamos, y para que de rebote él también aprenda.
Es un oasis de vídeos largos pero no aburridos, detallados y con mucho, mucho mimo. Un canal ante el que sentarse para huir de la recompensa dopamínica que nos genera hacer scroll en un feed de vídeos cortos. Un tesoro de canal en un servicio lleno de algoritmos que, como bien cuenta él mismo, nos están fastidiando la mente.