La única solución es luchar con las mismas armas: instalar bloqueadores de publicidad, sistemas de eliminación de cookies, anonimizadores de navegación y herramientas de todo tipo en la esperanza de que, mediante la inteligencia artificial, logremos hacerlas cada vez mejores y más eficientes. Conformarse y no luchar contra un tipo de publicidad que consagra la desaparición de la privacidad como derecho fundamental no debería ser una opción. Debemos volver a los tiempos en los que la publicidad únicamente segmentaba en función de las características del canal y su contenido, sin necesidad de espiarnos constantemente. Todo lo que no apunte en esa dirección es, simplemente, el enemigo.
«Una fusión que debería ser detenida: el pavoroso futuro de la publicidad«, por Enrique Dans
Vía Guillermo Latorre. Nunca pensé leer a Enrique Dans un artículo con un mensaje así. (También es verdad que hace mucho que no le leo.)
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