Este disco salió en 2007, en mitad de mi adolescencia, y en una época de mi vida en la que me interesaban bastante tanto este tipo de rock como las voces imponentes. Y la voz de Leo Jiménez era (y es) imponente.
También, curiosamente, fue el disco que me presentó la música de Tino Casal.
(Por esta época además estaba empezando a escribir en blogs y no descarto que haya por ahí algo parecido a una reseña que publicara en alguna parte.)