Una cosa que va aparejada a mi recientemente readquirido gusto por hacer cosas en la Web es que, de rebote, estoy pasando mucho más tiempo del que pasaba antes sentado delante de mi ordenador.
Me paso mi jornada laboral delante de un ordenador, termino dicha jornada laboral, hago alguna cosa en casa… y sigo pasando parte de mi tiempo libre, pero cambiando de ordenador por mi portátil personal. Y hace no tanto tiempo consideraría esto un exceso, pero la verdad es que estoy disfrutando de redescubrir la Web y de hacerlo a través de mi ordenador.
No olvido que también disfruto mucho de usar mi iPad, particularmente cuando estoy fuera de casa. Y mi iPad, con su Magic Keyboard y la app iA Writer hacen de ese dispositivo una máquina de escribir perfecta para cuando quiero escribir algo creativamente (como cualquier nota para un blog). Documentos largos todavía no he hecho porque lo habitual es que necesite tener al lado documentación de referencia.
Pero sentarme en la mesa del ordenador a hacer algo tiene mucho de intencionalidad y menos de casualidad. Y eso me gusta. En general dedicar conscientemente porciones de mi día a hacer cosas que me hacen sentir mejor me gusta, y me hace sentir que estoy más en control de mi tiempo. ¿Os pasa a vosotros?
(Voy a hablar mucho estos días sobre la «intencionalidad» de las cosas que hago, aviso. Es algo en lo que estoy pensando mucho últimamente y así pongo en orden mis pensamientos al respecto)