Mi blog siempre ha tenido el punto de interactividad básico de cualquier blog, que es un formulario de comentarios para cada uno de los posts. Pero también es verdad que la inmensa mayoría de los posts que tengo publicados no tienen ningún comentario. No me escuece, que conste; soy razonablemente consciente de la audiencia que llega a este sitio Web.
Esto me hace plantearme si tiene sentido seguir teniendo un formulario de comentarios. Sigo dándole vueltas a si hacer una migración a un sitio Web estático; he seguido trabajando en ello y estoy bastante cerca de un resultado que me gusta, pero me sigue dando un poco de vértigo dejar de usar WordPress. Ya reflexioné en aquella nota sobre las implicaciones que tendría esa migración.
En realidad no sé si quiero respuestas en mi sitio Web; nunca me lo he planteado pero, ahora que escribo sobre ello, no me terminan de parecer necesarias, sobre todo en mi caso que casi no las recibo (en blogs con mucho tráfico por supuesto que son interesantes para generar discusión). En todo caso quien me quiere decir algo dispone de otros muchos medios donde hacerlo (como el e-mail o algún perfil en redes sociales).
La cuestión de las webmentions es semejante. No he tenido ninguna y yo he hecho alguna de casualidad cuando ha coincidido que he enlazado a algún post de algún blog que las admitía. Pero esas sí que no creo que las eche de menos.