Categoría: Bitácora

  • #48

    Es curiosa la dualidad que se da a veces al escribir en un blog o un perfil público con cierta audiencia: da un cierto pudor exponer tus pensamientos sobre un tema concreto a tanta gente, y a la vez que buscamos que toda esa gente los lean.

    Esta situación se agudiza, además, cuando descubres que personas de tu vida real te leen. Y si esas personas son cercanas (familiares o buenos amigos) todavía más.

    Lo curioso es que antes, cuando escribía en blogs comerciales y usaba Twitter, tenía una audiencia mayor por varios órdenes de magnitud, y no tenía este pudor. Muchas decenas de miles de personas leían textos que yo leo hoy y… no es que me avergüence de ellos pero sí que reconozco que no son mis escritos más brillantes.

    Supongo que esto va con la edad y que es parte del proceso de maduración.

  • #47

    De esta entrada en Hacker Stations me ha gustado mucho esta cita, cuando habla de un reproductor de cintas de casette portátil que usa para los paseos.

    I love that it forces intention on the act of listening to music: what you take with you is what you have.

    Tengo un iPod Nano que compré en Wallapop que me encanta porque es un dispositivo con una construcción preciosa, que no ocupa nada ni en el bolsillo ni en la bandolera y que me permite exactamente lo que promete: escuchar la música que le he decidido cargar previamente.

    Elimina de un plumazo la parálisis por elección y hace que escuchar música tenga cierto sentido y no sea meramente algo que tengo puesto de fondo. Quiero hacerme con una minicadena por lo mismo (de hecho ya he rescatado unos altavoces y tengo una cierta colección de discos que he ido comprando, aun sin tener en ese momento dónde reproducirlos).

    (No descarto que esta nota se convierta posteriormente en un post más elaborado)

  • #46

    La entrevista a Brigitte Vasallo en el número 20 de la Revista Salvaje me ha dejado roto. Me ha encantado que en una revista que a priori yo veía más destinada precisamente a urbanitas amantes del campo que a gente del campo per se se ponga blanco sobre negro y se diga muy claramente algo como esto.

    […] hay un proyecto urbano de volver a las aldeas,[…] no estamos entendiendo ese mundo sino exportando nuestras formas urbanas a un paisaje que nos gusta más y a unos precios más accesibles. Esto también es una desaparición.

    Por aquí cantamos como “que vienen los forasteros y se cuelan como peces”. No deja de ser algo parecido. Y yo, en mi condición de retornado, tengo que confesar que sigo sin tener muy claro si pertenezco a este mundo o al ajeno.

    Si tenéis oportunidad de leer la entrevista, por favor, hacedlo.

  • #45

    Una cosa que conservo de cuando fui a Madrid es la ausencia de pudor por estar solo en un sitio público. Si me apetece tomarme un café y pasármelo escribiendo en una terraza (como estoy haciendo ahora mismo), lo hago, aunque aquí parezca raro. En Madrid me iba solo al Starbucks a hacer lo mismo y no pasaba nada; pues aquí tampoco tiene por qué pasar nada.

  • #44

    La televisión española por la mañana, pasados los informativos matinales, da una sensación de dualidad la mar de curiosa: a la vez da vibes de ser extremadamente influyente y de costar poco dinero porque no la ve nadie.

  • #43

    Metí los dedos en el agua y me pareció fría. Estuve escuchando la cascada hasta que dejé de oírla. Paseé la vista por todo el lago, de orilla a orilla, muy despacio, y me sorprendió su anchura. ¿Cómo iba yo a imaginarme un lago tan grande, a unos novecientos metros de altura, escondido en este circo que es sólo uno de los tres que hay sobre una cara de una montaña que, a su vez, sólo es un pedacito desgajado de la meseta? Y de nuevo paseé la vista por la superficie, despacio, de orilla a orilla, desde mis pies hasta el precipicio. No hay forma mejor de saborear la extensión de una superficie de agua.

    Revista Salvaje 19, página 95. «La montaña viva», por Nan Shepherd, traducido por Silvia Moreno Parrado.

    Entiendo que este texto está extraído de este libro editado por Errata Naturae.